Para esta banda, tocar en la sala APOLO de Barcelona, es tocar en casa. Cuando hace nueve años (...nueve ya!) nos presentamos en ella (entonces éramos un quinteto), Jairo ya llenó la sala de fans ganados uno a uno durante cuatro años por los bares de Barcelona con su 'rumboxing' cuerpo a cuerpo y en solitario. Tal fué la sorpresa general y la acogida, que esa misma noche Enric Pedascoll de K-Industria (tremendo mecenas de proyectos musicales de esta ciudad, al que mando desde aquí un abrazo) decidió tras ver el concierto que produciría el primer disco de la banda. Nuestro primer disco. Allí dimos un paso decisivo, y allí nos reencontramos cada vez que tocamos con nuestra gente más cercana. Siempre hay una atmósfera especial, y, quizá esté mal que yo lo diga, pero el pasado 8 de agosto, con el sold-out colgado en la puerta, nos marcamos todo un conciertazo. De los que se recuerdan tanto entre el público como en la banda. Una enorme fiesta que hizo temblar el APOLO a base de ritmo y tremendo calor, sí señor. Nos dejó tanta energía que lo estuvimos celebrando hasta la hora de tomar el avión a Hungría, pues al día siguiente tocábamos en Budapest, y volamos sin haber dormido.
El video que os dejo a continuación es uno de los pocos documentos que he encontrado del concierto, colgado en YouTube por algún colega que lo grabó con su propio móvil. Deberéis ser indulgentes por tanto con la calidad del sonido y las limitaciones de la grabación, pero no me he podido resistir a colgarlo. Servirá para haceros una ligera idea a los que no pudisteis asistir, y de recuerdo para los que estuvimos, una vez más, en una noche tan, tan especial. Gracias inmensas a todos.
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